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El Gran Premio de Mónaco es un evento con mucha historia. Hoy, es incluso más significativo, ya que por primera vez, un monacense ha ganado el Gran Premio de Mónaco. Después de 70 ediciones, la historia del principado se enriquece y lo hace viendo a Charles Leclerc ganar en sus calles, las mismas que vieron nacer y crecer a Charles.
El 90% se decidió ayer en la clasificación, pero aún quedaba cerrar ese trabajo. Con Leclerc en la Pole, los recuerdos del pasado resurgían. Charles solo deseaba una cosa: una carrera tranquila. Sin embargo, eso ocurriría a partir de la vuelta 4, porque la salida, como suele ser habitual en Mónaco, fue un caos. Salía bien Leclerc, manteniendo su posición, pero por detrás vimos en primer lugar: Carlos Sainz se tocaba con Piatri, lo que le provocaba un pinchazo en el neumático delantero izquierdo. En la subida al Casino, Carlos Sainz bloqueaba y se alejaba, sin tocar el muro, pero cayendo hasta las últimas posiciones sin opciones de luchar por el podio (por ahora).
A pocos segundos del accidente de Carlos, apareció una bandera roja sorprendente. La situación de Carlos no parecía grave, pero la extracción se complicaba al revertir. Podríamos pensar en alternativas, pero no. En la subida al Casino, Checo Pérez y Kevin Magnussen chocaron, lo que provocó que el de Red Bull golpeara el muro rebotado y afectara a Nico Hülkenberg, que pasaba por allí sin saber dónde ir. Los tres coches resultaron dañados, pero la imagen más impactante fue la del Red Bull, que parecía una lata aplastada con todo su interior al aire. Afortunadamente, todos los pilotos salieron ilesos del accidente. Este accidente provocó que hubiera bandera roja y que se detuviera la carrera.
Ocurrió otro accidente en esta vuelta: choque entre Ocon y Gasly. Alpine perdió confianza y se adentró en un lugar sin hueco. Ocon se voló y tuvo que retirar el coche, a pesar del retraso en la salida siguiente tras la bandera roja. En este texto se menciona un accidente en una vuelta de carrera. Este accidente involucró a Ocon y Gasly. Alpine, el equipo de Ocon, perdió confianza y se adentró en un lugar sin hueco. Esto provocó que Ocon se volara y tuviera que retirar su coche debido a un retraso en la salida posterior a la bandera roja.
Más de 45 minutos después, la sesión continuó con cuatro coches y menos. A pesar de la mala suerte en la primera vuelta, a Carlos Sainz le apareció Santa Devota (patrona de Mónaco) y la FIA le devolvió la tercera posición al considerar las posiciones antes del primer sector. De esta manera, evitó la P16 y una carrera que hubiera sido muy difícil para el madrileño de Ferrari.
Con los autos listos, se apagaron los semáforos en las calles del Principado. Esta vez, todo fue fácil. Todos los pilotos cambiaron neumáticos durante el período de bandera roja, por lo que la única emoción sería si los neumáticos llegarían hasta el final o no.
Una frase que resume perfectamente la carrera de Max Verstappen es su actuación en la vuelta 24. El piloto neerlandés comentaba a sus mecánicos que debería haber tomado su almohada debido a un gran aburrimiento. Y la razón no faltaba. Solo podemos resaltar la lucha entre los cuatro primeros que no se desprendían con menos de cuatro segundos entre ellos y la sucesión de vueltas rápidas. Leclerc mantenía el ritmo y Piastri, Sainz y Norris lo seguían. El juego era mental y de estrategia.
Las paradas en boxes han sido escasas. Primero pararía Bottas en la vuelta y hasta la vuelta 42 no pararía Stroll, que tenía más de 20 segundos de ventaja sobre Alonso tras un accidente que este había causado. Sin embargo, el canadiense pincharía su neumático trasero izquierdo tras 7 vueltas debido a un choque en la chicane al salir del túnel. La tercera parada de la carrera la haría Hamilton con un intento de undercut a Verstappen que no funcionaba. De hecho, en la siguiente vuelta pararía Max y esto ayudaría a Red Bull a acercarse a un Russell herido con más de 60 vueltas en sus medios. Mercedes se dormía con la estrategia y daba alas a que Verstappen luchara por el TOP 5. A pesar de la diferencia de neumáticos, Verstappen no podía con Russell que logró una increíble quinta posición.
Regresando a la carrera, la lucha se daba en las paredes. ¿Subir o no? El que tenía la llave era Norris. Con el espacio entre Lando y Russell, el de McLaren tenía suficiente espacio para detenerse y cambiar neumáticos nuevos mientras Carlos solo disponía de un neumático blando que no llegaría hasta el final. Si Lando detenía o salía un Safety Car o Virtual Safety Car, Carlos era carne de McLaren. En resumen, la competencia se centró en las paredes de la carrera. La decisión de subir o no dependía de Norris. Con el espacio entre Lando y Russell, el conductor de McLaren podía detenerse y cambiar neumáticos nuevos, mientras Carlos solo tenía un neumático blando que no llegaría hasta el final. Si Lando detenía o salía un Safety Car o Virtual Safety Car, Carlos se convertiría en un fácil objetivo para McLaren.
Con seis vueltas para el final, Leclerc abría un hueco de 8 segundos a Piastri y Sainz se mantenía cerca esperando una oportunidad de desbordar al australiano, que nunca llegó. Además, Norris se mantenía muy cerca de Carlos.
Finalmente, tras dos aburridas horas y veinte de carrera, Charles Leclerc ganó la victoria en las calles donde creció. Oscar Piastri y Carlos Sainz completaron el podio del Principado. Con este resultado, Leclerc se mantiene a 35 puntos de Verstappen en el Campeonato de Pilotos y Ferrari solo a 24 en el Campeonato de Constructores. ¡Existe un Campeonato!